El legendario Hôtel Hermitage Monte-Carlo ofrece una mesa que cambia las cosas. Excelencia, compartir y modernidad... Tres palabras que personifican Pavyllon Monte-Carlo, el restaurante de Yannick Alléno en el Hôtel Hermitage Monte-Carlo. Un restaurante, un hogar, un nuevo lugar para vivir, un remanso de serenidad. Pavyllon Monte-Carlo, restaurante de Yannick Alléno es también una identidad culinaria decididamente local, una mesa cosmopolita a imagen de Mónaco, todo sencillez. Un lugar acorde con su entorno, el Hermitage, verdadero tesoro de Mónaco, apreciado por los entendidos, los amantes de la cultura y el refinamiento.
Gastronomía en el mostrador Desde el mostrador central, los platos se preparan en un ambiente cálido y lujoso diseñado por el arquitecto de interiores Chahan Minassian para deleitar la vista y el paladar. Los platos son ligeros y sabrosos, diseñados para agradar. Cuando hace buen tiempo, deje paso a la espectacular terraza del Hôtel Hermitage Monte-Carlo, inspirada en un jardín mediterráneo frente a la famosa Roca.
Cuando Yannick Alléno tiñe de azur su cocina Yannick Alléno ofrece una partitura culinaria compuesta por los mejores productos locales, condimentada de forma original, pigmentada con su saber hacer y dictada por su entorno.
Las palabras clave son: productos frescos, respeto de las estaciones, atención a las plantas y a la cosecha, maridaje y servicio como prioridad. El Chef y su equipo trabajan con los mejores productos locales para crear una cocina viva y bañada por el sol. El uso de técnicas modernas (extracción en frío, fermentación) aporta ligereza a los platos, mientras que el agua de abedul endulza naturalmente los postres. La salsa, el "verbo" de la cocina francesa, es el elemento esencial para unir los ingredientes.
Este nuevo enfoque de la cocina, centrado sobre todo en el placer y el bienestar, ha adquirido un sabor local en el Hôtel Hermitage Monte-Carlo.
¡Gastronomía sin ataduras! Pavyllon Monte-Carlo, uno de los restaurantes de Yannick Alléno, es un lugar vivo y vibrante, ¡un hogar lejos de casa!
Abierto 7 días a la semana, es un lugar donde la gente viene una y otra vez, y nunca se aburre. En palabras del chef, lo que ofrecemos aquí es "gastronomía sin ataduras", "trabajo serio sin tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos". Decididamente centrado en sus huéspedes, su bienestar y sus deseos.
Magnífica terraza y vistas impresionantes para un interludio encantado La propuesta es tan sencilla como sublime... Regálese un momento de serenidad en una de las terrazas más bellas de la Costa Azul, con unas vistas impresionantes sobre el puerto y el Rocher. Aquí, la relajación no es una palabra vacía, es un verdadero estado de ánimo. |