Sin duda una de las vistas más bellas de la Riviera, el dique del puerto de Fontvieille es un punto fotográfico imprescindible.
Podrá contemplar la catedral de Notre-Dame-Immaculée, cuyas piedras blancas destacan sobre el cielo azul. Y el Museo Oceanográfico, obra maestra de la arquitectura, parece desafiar la gravedad entre el cielo y el mar, con sus fachadas barrocas jugando con la luz mediterránea.
El panorama se extiende más allá del Principado, revelando el Cap-Martin y, en un día claro, la costa italiana en el horizonte.
Las mejores instantáneas desde este mirador único se toman a primera hora de la mañana, cuando el sol adorna el Peñón y la catedral con tonos cálidos, creando un llamativo contraste con el azul intenso del Mediterráneo.
Un escenario perfecto para captar la esencia de Mónaco en una sola imagen.