5 estaciones balnearias que descubrir desde Mónaco

1 Recorrido por el Cap d'Antibes

El Cap d'Antibes es un paseo de 5 kilómetros y 2 horas por la costa mediterránea. El recorrido combina acantilados calcáreos, profundas calas y prestigiosas villas enclavadas en verdes oasis de pinos carrascos, olivos centenarios y especies exóticas. El recorrido finaliza con una visita a Villa Eilenroc y sus hermosos jardines paisajísticos, antes de regresar tranquilamente a La Garoupe por las estrechas carreteras del interior desde el cabo.

2. Niza Niza es una visita obligada en la Costa Azul, famosa por su Paseo de los Ingleses y sus altas palmeras. Niza está repleta de barrios vibrantes y lugares culturales. Dé un paseo por la plaza Masséna, para admirar sus fachadas rojas y sus estatuas de bronce, y luego continúe hasta Cours Saleya, una animada explanada peatonal bordeada de restaurantes, que acoge mercados gastronómicos y de flores todas las mañanas. No se pierda la subida al Castillo de Niza, construido en el siglo XII y arrasado por orden de Luis XIV, que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el litoral. Por último, pasee por Vieux Nice y déjese encantar por la autenticidad del barrio.

3. Villefranche-sur-Mer Villefranche-sur-Mer es famosa por su profundo puerto, sus colinas arboladas y su pintoresco puerto. El Circuito de la Rade es un paseo de hora y media que comienza en la ciudadela de Villefranche. Por el camino, descubrirá la Rue Obscure, un sombreado pasaje medieval, hasta llegar al sendero panorámico de la Madone Noire. Termine su paseo a lo grande con un baño en la Plage des Marinières, una playa de gravilla de más de 700 metros de longitud.

4. Saint-Jean-Cap-Ferrat Antiguo pueblo de pescadores, Saint-Jean-Cap-Ferrat ofrece 10 km de senderos costeros con excepcionales vistas panorámicas, perfectos para dar hermosos paseos o practicar deportes acuáticos. La Tour du Cap Ferrat es un paseo alrededor de la península que ofrece impresionantes vistas del Mediterráneo. Jardines magníficamente trazados conviven con una exuberante flora natural, entre acantilados calcáreos y afilados arrecifes. Esta excursión familiar dura unas dos horas. Para una actividad cultural, visite La Villa Ephrussi de Rothschild, un suntuoso palacio rodeado de nueve jardines con vistas al Mediterráneo.

5. Menton Cerca de la frontera italiana, Menton goza de un clima agradable que atrae a visitantes durante todo el año. La ciudad es famosa por sus casas de colores, sus fiestas y sus museos. El casco antiguo, con sus callejuelas y fachadas ocres, recuerda a la dolce vita italiana. No olvide visitar el Museo Cocteau en el Bastión, pasear por los numerosos jardines de cítricos y participar en la famosa fiesta del limón. Para relajarse, diríjase a la playa de Sablettes, bordeada por el Paseo del Mar. Es una de las playas más bonitas de Menton, con espléndidas vistas de las montañas y casas pintorescas.

Durante su estancia en Mónaco, podrá disfrutar de actividades inolvidables y descubrir la riqueza cultural y la diversidad del paisaje de la Costa Azul.