Antes de llegar al casino,
el jardín « a la francesa» de los boulingrins ofrece una magnífica vista sobre
la plaza del casino.
En el centro encontramos
un sorprendente espejo que refleja el majestuoso Casino de Montecarlo. Se trata
de una serie de fuentes, pabellones y parterres de flores en pleno centro de
Montecarlo. Las obras del jardín datan de 1865, contemporáneas a la construcción
del casino y del Hotel de París.
Un
poco de Historia...
El juego de bolas ya se jugaba en el siglo
XVII en los caminos que cruzaban el jardín. La clientela británica
frecuentaba muy a menudo las avenidas de los jardines, quienes llamaban a este
lugar el «green» así como «Bowling-green», que derivó en Bouligrins.
Los jardines han conocido muchas transformaciones. La última de ellas concluyó
en 1989 tras la construcción de un parking subterráneo tallado en la roca y
cubierto de una capa de cemento. Durante este periodo se estructuraron los
jardines actuales para ofrecer un paseo agradable por fuentes y flores.
Entrada libre
5
Pabellones de guijarros, futuristas y efímeros...
En el marco de las obras programadas para la
destrucción del Sporting d’hiver, se han trasladado por poco tiempo las
palmeras, árboles y plantas de este jardín a invernaderos y a terrenos de la
SBM. En efecto, el espacio se destinará a las boutiques de lujo de Montecarlo
durante las obras.

Junto a los jardines de la
Pequeña África, este conjunto se concibió como todo un proyecto botánico
exótico y de lujo. Palmeras, musgo de Japón, aves paradisíacas, bambús
sagrados, hibiscos de China...En este marco, ir de compras es todo un placer.
Aquí todo está diseñado respetando la carta medioambiental y el label Be Green.
Lujo, tranquilidad y voluptuosidad, lejos del tumulto urbano.