Curiosidades y anécdotas del deporte en Mónaco

Fecha de publicación: 17/02/2020
Además de los prestigiosos eventos que han hecho que Mónaco ocupe un lugar destacado como centro deportivo internacional, el Principado es el protagonista de muchas más historias, menos conocidas y fascinantes.

El deporte siempre ha tenido un lugar destacado en Mónaco. Desde principios del siglo XX, el Principado ha sido testigo de una larga serie de eventos deportivos, desde el Gran Premio de Fórmula 1 al Rally de Montecarlo, pasando por el "Rólex Másters" de tenis Montecarlo y el encuentro internacional de atletismo "Herculis" .

  • La Familia Real es una dinastía marcada por el deporte. En príncipe soberano practica diecisiete disciplinas deportivas y participó en el campeonato de bobsled en cinco juegos olímpicos de 1998 a 2002.  Aunque su deporte predilecto es el fútbol, Alberto II también se puso al volante en dos rallys París-Dakar, en 1985 y 1986.  Su abuelo materno,  Jack Kelly fue campeón olímpico de remo en 1920 y 1924,  y su tío participó en cuatro olimpiadas, haciéndose con la medalla de bronce de remo en 1956. La familia de su padre cultivó una gran afición al bobsled. El primo del príncipe Rainiero III, Guy de Polignac, fue miembro del equipo francés en los años veinte. La princesa Charlene, excelente nadadora, fue campeona junior de Sudáfrica, ganadora de un encuentro de natación en Mónaco, y de tres títulos en la Copa del Mundo de 2002. La princesa también compitió en los juegos olímpicos, ocupando el quinto puesto en relevos femeninos de Sydney 2000

  • La categoría más prestigiosa de las carreras del motor, la Fórmula 1, alcanza su cima en Mónaco gracias a un espectacular circuito urbano. El Principado es también el lugar elegido para competiciones en otras dos categorías: el Gran Premio de automóviles eléctricos y el Gran Premio de automóviles de época. Se celebran en mayo en años alternos, en la ciudad y en un circuito más corto en el caso del primero, deleitando al público y a los aficionados al mundo del coche. El Principado es el destino elegido para cualquiera que disfrute con los coches de otro tiempo o sea aficionado a la movilidad sostenible a todo motor.

  • En lo que respecta a clubs deportivos, el equipo de fútbol suele estar en boca de todos, aunque no es el más antiguo: la "Société des Régates", club de vela fundado en junio de 1888, disfruta de ese privilegio. Ha cambiado de nombre a lo largo del tiempo y es uno de los antecesores de dos de las instituciones deportivas líderes del Principado, la "Société Nautique" y el Club de Yates. El príncipe soberano es Presidente Honorario y Presidente de cada uno de ellos.

  • La "Association Sportive de Monaco" (ASM), tal  y como la conocemos hoy, se fundó en 1924. Se creó uniendo distintas organizaciones para permitir a la población local practicar sus deportes favoritos. Las primeras disciplinas incluidas en la ASM fueron gimnasia deportiva, fútbol, natación, atletismo y ciclismo. Pronto les siguieron el baloncesto, el boxeo y el vóleibol.

  • Curiosidades: Mónaco se enorgullece de ser el lugar de residencia de un nueve veces campeón del mundo, Daniel Elena. Copiloto de Sébastien Loeb, la pareja se hizo con nueve títulos mundiales consecutivos, de 2004 a 2012. El monegasco es el único deportista de ultramar nombrado "Campeón de campeones" francés por el diario deportivo L’Equipe (en 2007 y 2009)… Esperemos que su compatriota Charles Leclerc siga sus pasos.

  • Desde su creación en 1924, y en particular desde 1960, AS Mónaco Fútbol Club ha exportado la icónica raya diagonal de su camiseta roja a cada rincón de Francia y Europa. El diseño es obra de la Princesa Gracia, cuando los monegascos se hicieron por primera vez con la victoria en 1960. La camiseta trajo suerte al AS de Mónaco, que ganó su primer título de liga en Francia la temporada siguiente. 

  • En aquella época, el AS jugaba en el Estadio Louis-II, junto al zoo, donde viven animales como Bouba, un elefante que sonaba la trompeta cada vez que marcaba un gol. El paquidermo aficionado al fútbol es la mascota del club. A pesar de su ausencia a partir del 2000, Bouba sigue animando al equipo rojiblanco y hace su aparición en el Estadio Louis II los días de partido.